miércoles, 28 de noviembre de 2012

Doler, duelar.



Fui para vos todo y entonces nada.
Una promesa ni cumplida, ni prometida. 
Pero también las cosas que se hicieron sin prometer.
Fui tu dolor, tu cicatriz y tu alivio. Tu “adiós” y tu “vuelvo a vos”.
El arte que no supo cautivarte, ni generarte admiración.
La sinceridad que te hizo extrañar el vértigo de la mentira.
La falta de falta, que te hizo dejar de quererme.
Como un tatuaje que cuida al que lo cuida, voy a estar siempre en tu piel.
Y cada vez que en una escena actuando tenga que llorar, voy a pensar en vos. 
No para que la actuación parezca mas real, sino para agotar ese recurso y que algún día me acuerde de vos y no llore mas.

3 comentarios:

  1. Me encanto, te abrazo.

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  2. lamentablemente las lagrimas son eternas, un recurso inagotable, una fuente que no ve su fondo. menos mal que cambian su origen y destino, su razon y corazon.

    hermano, excelente.
    panchi

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  3. Muy lindo pabli generas identificación con sentimientos que varios pasamos alguna vez y por otro lado todo lo tierno y sensible que sos. Un gran abrazo para vos. lucia

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