jueves, 19 de noviembre de 2009

Quien no buscaba


Hablar con alguien como vos, resalta el contraste con el resto. Pones en evidencia la cáscara que recubre a otras personas. Desmoronas su falsa seguridad.
Aquellas que antes eran inalcanzables ahora no son más que inapetecibles, ya no interesan.
No resaltes tu belleza! No hace falta! No les des el gusto de competir en el único juego en que se animan a participar.
Cada vez que sos vos, haces la diferencia.
Te queda bien la ropa, te queda bien la piel.
Junto razones para pararme frente a vos. Todas me ponen bajo la sumisión de la curiosidad de lo inexplicable.
Sostengo con esfuerzo en mi cabeza, el boceto que mi memoria hizo de tu rostro. Empalmes de fragmentos de una sola noche que me agarro de improvisto. Ni siquiera tenía puestos los olores que correspondían.
La libertad de tu risa me hace sospechar que bebiste algo, hasta que me doy cuenta que en el aire también esta la mía y no puedo negarme lo bebido.
Los dos reímos, compartimos un estado, nos inventamos un clima.
Rodeados de gente que se volvió inapetecible y la explicación de porque puede darte tanto un desconocido, que se vuelve inalcanzable.